¿Por qué me cuesta tanto mirarte a los ojos cuando te hablo? Ni siquiera en mis pensamientos puedo hacerlo. No recuerdo el color de tus ojos y creo nunca haberlos visto realmente.
Pero la verdad es que nunca te he visto realmente.
Estoy enamorado de la voz de una publicidad que no me responde cuando le hablo.
Eso se llama estar loco de amor.
O amor de loco.
O simplemente, mensaje subliminal.
E.M.B.
sábado, 22 de diciembre de 2007
martes, 4 de diciembre de 2007
miércoles, 31 de octubre de 2007
lunes, 24 de septiembre de 2007
lunes, 30 de julio de 2007
viernes, 6 de julio de 2007
Jeronimo´s Cadillac
Crayones y tinta sobre papel
a Don Jeronimo Luis y a los Modern Talking, los amos del falsete.
("Geronimo's Cadillac" es un tema del duo Modern Talking de su cuarto album del año 1986 "In the middle of nowhere")
miércoles, 4 de julio de 2007
lunes, 25 de junio de 2007
miércoles, 20 de junio de 2007
jueves, 14 de junio de 2007
Cerca y lejos
Cómo gritarte lo que siento, si estás tan cerca que te aturdiría con sólo susurrarlo.
Con sólo estirar un dedo puedo tocarte, pero al intentar abrazarte siento una gran pared que nos separa.
Te miro. Me mirás. Pero sé que no me ves de la manera en que yo te veo. Sonreís y me vuelvo loco, pero no es la sonrisa que espero. A veces creo que mirás a través de mí, pero sin ver lo que tengo adentro. Ese sentimiento que no puedo sacar, por temor a perderlo. Por temor a perderte.
Mientras tanto la vida sigue, y cada vez me cuesta más alejarme. Pero sigue siendo mucho más difícil acercarme.
Así paso los días, tan cerca y tan lejos de vos.
Grillo
Con sólo estirar un dedo puedo tocarte, pero al intentar abrazarte siento una gran pared que nos separa.
Te miro. Me mirás. Pero sé que no me ves de la manera en que yo te veo. Sonreís y me vuelvo loco, pero no es la sonrisa que espero. A veces creo que mirás a través de mí, pero sin ver lo que tengo adentro. Ese sentimiento que no puedo sacar, por temor a perderlo. Por temor a perderte.
Mientras tanto la vida sigue, y cada vez me cuesta más alejarme. Pero sigue siendo mucho más difícil acercarme.
Así paso los días, tan cerca y tan lejos de vos.
Grillo
Basado en la historia del amigo de un amigo. Y cuando digo historia me refiero a cosas que le están pasando y que tal vez en algún momento nos pasan o han pasado a todos. Queda a su criterio. Como todo…
miércoles, 13 de junio de 2007
sábado, 2 de junio de 2007
martes, 29 de mayo de 2007
martes, 22 de mayo de 2007
Lluvias
De chico nunca tuve problemas para dibujar la lluvia. A veces eran puntitos y a veces rayitas. Si había mucho viento las rayitas se iban yendo para un costado. En algunos dibujos ponía nubes y en otros no. Ocasionalmente hacía señores con paraguas. En la mayoría de las imágenes sólo había agua cayendo. Si la lluvia era intensa parecía una foto de la pantalla del televisor cuando se cortan los canales. También podía ser una tormenta de arena, pero nunca vi una. Solamente las vi en la tele, pero no al finalizar la transmisión sino en alguna película del desierto. Nevadas no parecían, porque los copos de nieve son más grandes que un punto. Además en esta ciudad nieve no cae, y yo dibujaba lo que veía por acá, o lo que aprendía de la caja boba.
Hoy veo la lluvia de otra manera. Crecer influye; pues al ser más alto la veo un poco más de cerca. La sensación es otra. La humedad hace que mis huesos duelan, y ya no me dan ganas de chapotear en el barro que se hace en la plaza.
Pero al querer dibujarla me cuesta mucho desprenderme del resto de las cosas que componen la escena, y la lluvia queda en segundo plano. Tal vez porque al pasar el tiempo he tomado apego por el resto de las cosas y los fenómenos climáticos ya no me sorprenden tanto. O porque sé que la lluvia por sí sola no dice nada. No al menos en un dibujo, salvo cuando uno tiene 5 años.
El otro día recordé todo eso al ver a mi nieto dibujando la lluvia. Sin embargo, me dijo que eso era una plaga de abejas asesinas.
Creo que me equivoqué.
Grandpa Grillo
Hoy veo la lluvia de otra manera. Crecer influye; pues al ser más alto la veo un poco más de cerca. La sensación es otra. La humedad hace que mis huesos duelan, y ya no me dan ganas de chapotear en el barro que se hace en la plaza.
Pero al querer dibujarla me cuesta mucho desprenderme del resto de las cosas que componen la escena, y la lluvia queda en segundo plano. Tal vez porque al pasar el tiempo he tomado apego por el resto de las cosas y los fenómenos climáticos ya no me sorprenden tanto. O porque sé que la lluvia por sí sola no dice nada. No al menos en un dibujo, salvo cuando uno tiene 5 años.
El otro día recordé todo eso al ver a mi nieto dibujando la lluvia. Sin embargo, me dijo que eso era una plaga de abejas asesinas.
Creo que me equivoqué.
Grandpa Grillo
martes, 3 de abril de 2007
La misma risa
No es la misma risa. Y no es una cuestión de orden. No reirás mejor por ser primero o último. Ni tampoco es, como me dijo un amigo, que el que ríe último no entendió el chiste.
Menos tiene que ver con quién se ría de quién o de qué.
Simplemente no es la misma risa.
No hablo del sonido de la carcajada o de la cantidad de dientes que se muestren. No es la misma risa, y no sé por qué, pero sí sé por que no. ¿No te parece gracioso?
E.M.B.
Menos tiene que ver con quién se ría de quién o de qué.
Simplemente no es la misma risa.
No hablo del sonido de la carcajada o de la cantidad de dientes que se muestren. No es la misma risa, y no sé por qué, pero sí sé por que no. ¿No te parece gracioso?
E.M.B.
lunes, 12 de marzo de 2007
Satélite
Parezco un satélite girando en torno a ti.
Orbitando sin voluntad tras la luz de tus ojos azules.
Una maquina sin alma que da vueltas en el aire.
Como una mariposa hipnotizada por la luz de un farol.
Pero las mariposas están dentro de mí.
Cualquier día de estos las vomito todas juntas.
Odio estar así.
Maldita enfermedad esta de estar enamorado.
Lo peor es que sólo me siento bien frente a tus ojos azules.
Mas que bien, me siento un idiota.
Pero más idiota me siento cuando pienso en esto.
Mejor me voy al circo y me olvido de todo por un rato.
¿Y si te invito a venir conmigo?
¿No les tendrás miedo a los payasos…no?
E.M.B.
Orbitando sin voluntad tras la luz de tus ojos azules.
Una maquina sin alma que da vueltas en el aire.
Como una mariposa hipnotizada por la luz de un farol.
Pero las mariposas están dentro de mí.
Cualquier día de estos las vomito todas juntas.
Odio estar así.
Maldita enfermedad esta de estar enamorado.
Lo peor es que sólo me siento bien frente a tus ojos azules.
Mas que bien, me siento un idiota.
Pero más idiota me siento cuando pienso en esto.
Mejor me voy al circo y me olvido de todo por un rato.
¿Y si te invito a venir conmigo?
¿No les tendrás miedo a los payasos…no?
E.M.B.
jueves, 8 de marzo de 2007
martes, 27 de febrero de 2007
El genio del dibujo
Cacho tenía un pequeño taller mecánico a unas cuadras de su casa. Él y su hermano Facundo lo trabajaban y tenían clientes fieles en el barrio.
Ése sábado como tantos otros, los hijos de Cacho, Almudena y Federico, se habían instalado en el taller. Mientras los grandes se entretenían haciendo reformas en el citroen 3cv de Facundo, los chicos correteaban por el taller pateando una pelota hecha de estopa.
Cacho era un tipo de mucha paciencia e incluso algunos lo consideraban algo lento. Pero en realidad él se tomaba su tiempo para pensar las cosas. Facundo era más impulsivo. Es por eso que la discusión sobre cómo darle la curva al guardabarros del auto alcanzó su apogeo cuando Facundo agarró a mazazos la chapa mientras gritaba: -¡Es mi auto y lo quiero así!
Cacho, como buen hermano mayor intentó calmarlo diciendo que la idea no era muy clara y que lo mejor era plantearla detalladamente. –En esa mesa hay unos papeles, si querés lo dibujamos y vemos si funciona -le dijo.
Al empezar a bosquejar el citroen, Facundo notó que los chicos se estaban poniendo bastante ruidosos, lo que hacía flaquear su concentración y su poca paciencia. Por eso les propuso a los nenes que se sentaran a dibujar un rato también.
-¿Y qué dibujamos?
-No sé, algo que les guste, o algo que quisieran tener.
-Claro, su tío por ejemplo está dibujando el auto que le gustaría tener, aunque sea imposible de armar.
Después de una acalorada discusión respecto al último comentario de Cacho que no terminó a las patadas por la oportuna intervención de los infantes, los hermanos fueron unidos y siguieron con su proyecto.
Federico, que había heredado la buena mano de su padre para el dibujo, sorprendió a su hermana al mostrarle la imagen de una botella bastante rara.
-¿Eso es lo que querés?¿Una botella de vino?
-No tarada, es una botella mágica, de esas que tienen un genio adentro. Pero éste hace realidad todo lo que uno dibuje.
-Me gustaría que ese genio fuera real
-¿Ese es tu deseo?
-¿Y cómo sale el genio?
-Sacando la tapa.
-Bueno, vos sacála que quiero ver qué pasa.
Federico hizo unos gestos como de mago y con el dedo y un poco de baba borró la tapa de la botella hecha con lapicera azul bic trazo medio.
Y el genio apareció.
Cacho y Facundo, ajenos a lo que pasaba, se cayeron de culo cuando vieron aparecer al genio envuelto en una nube azul.
Luego de presentaciones varias y de repetidas explicaciones por parte de los chiquillos, quedó establecido que el hombre de la botella era un genio y que cada uno podía pedirle un deseo en forma de dibujo.
-Lo que dibujes se vuelve real. Un dibujo por persona. No acepto reclamos.
Almudena pidió ser la primera, y con un fibrón rojo garabateó algo rápidamente y se lo dio al genio.
-¿Y esto qué es?-Preguntó el mago.
-Es una muñeca que habla.
El genio hizo un ademán y frente a la niña apareció la muñeca más fea que se haya visto jamás. Era un mamarracho pelirrojo.
La niña pateó al monstruito colorado y se fue a desenredar la estopa.
-¡Siguiente!-Bramó el mago.
-¡Yo! Yo dibujé esto.
-¿Y qué es?
-Una número cinco firmada por el Diego.
Ante el chico apareció entonces un reluciente fútbol con olor a cuero nuevo y la firma del 10 estampada.
-¿Quién sigue? Bramó el aparece cosas.
Hasta ese momento padre y tío habían permanecido observando con ojos desorbitados y mandíbulas pegadas al piso. A Facundo le brillaron los ojos. Se sentó y empezó a dibujar muy concentrado. No iba a cometer el mismo error de su sobrina. Debía cuidar hasta el más mínimo detalle. Pasados unos minutos se levantó veloz y con una gran sonrisa le entregó al genio una pequeña hoja llena de garabatos y números.
-¿Y esto qué es?-preguntó el desembotellado esta vez más perplejo y perdido que antes.
-¡Pero si está clarísimo! ¡Es el plano del auto de mis sueños!
-¡Sea!-dijo el genio señalando a la calle.
En medio de la calle apareció una mesa larga cubierta de papeles. Facundo sin entender nada corrió a ver de qué se trataba. Sobre la mesa había un plano gigante hiperdetallado del auto de sus sueños, con despieces incluidos, además de bocetos a color, vistas a escala real y especificaciones mecánicas necesarias para su construcción.
Facundo no podía creerlo. ¿Cómo pudo saber de qué color lo quería? ¿Cómo conocía el tapizado que él soñaba? ¿Cómo supo el color de las luces del piso o el tamaño y la potencia de los parlantes?
¿Cómo adivinó la marca del equipo de audio? ¿Cómo no se dio cuenta que él quería EL AUTO y no...eso? ¿O acaso todo fue su culpa?
La explosión de un trueno lo hizo volver a la realidad y notó que caían las primeras gotas de lluvia y los planos no eran impermeables. De última se los vendía a alguna empresa y se hacía rico con la idea; aunque si no se apuraba se perdía todo. Pero no iba a poder entrar los planos él solo.
Entonces recordó que su hermano seguía adentro con el genio. Tenía que pararlo antes de que cometiera un error como el suyo. Se dio vuelta para llamar a Cacho y vio que éste corría hacia él con un papel en la mano.
-Te vengo a ayudar con eso.
-¿Qué tenés ahí?
-Es que te vi, y como llovía, y estaba pensando qué dibujar, no me di cuenta y se me escapó un dibujo.
-¿Qué hiciste?
En eso apareció ante ellos el desembotellado y extendiendo sus manos entregó a Cacho un hermoso paraguas.
-Pero...yo no...vos no me preguntaste qué era eso.
-Es que tu dibujo es muy bueno.
-Si casi ni te di tiempo de ver el dibujo...
-Los deseos vienen de los dibujos, pero también vienen del corazón -dijo el genio convirtiéndose en una nube azul y desapareciendo repentinamente. Junto con él desapareció la lluvia.
Cacho miró a Facundo y viceversa. Recogieron todo y se fueron adentro. Los chicos correteaban y pateaban la pelota con la firma del Diego. La muñeca fea llamaba a mamá desde el fondo de la fosa. El dibujo de la botella ya no estaba. Nunca volvieron a ver al genio ni tampoco hablaron más del tema.
Epílogo
Almudena quedó tan indignada con el aspecto de la muñeca que se la regaló a su abuela que vive sola. La vieja feliz porque ahora tiene con quien conversar. Es que la muñeca resultó ser de lo más charlatana. La pinta es lo de menos. Además, la pobre anciana ya no ve un carajo.
Federico es la envidia de la cuadra por su nueva pelota. Si hasta juega mejor que antes. Hace una semana hizo siete goles y uno lo metió con la mano. No, no se lo anularon.
Facundo nunca pudo vender sus planos pues nadie le dio pelota (a Fede sí). Se metió en varios concursos de diseño pero sigue esperando respuestas. Por las dudas va a empezar a estudiar diseño industrial, y espera crear algo mejor que el auto de sus sueños.
A la mesa que tenía los planos se la donaron al comedor de la iglesia. Nunca se explicó por qué la mesa si él no la dibujó.
Cacho sigue trabajando en el taller y los sábados lucha con el citroen de su hermano y sus curvas imposibles.
El paraguas, como buen paraguas, después de un par de usos se rompió. Igual Cacho lo arregló con un alambre, pero ya no lo usa más porque es muy grande y no le entra en el bolsito.
Aún se sigue preguntando qué le hubiera pedido al genio. Se consuela con las palabras de éste cuando le dijo que los deseos vienen del corazón. Tal vez no necesitaba nada, pues es feliz con lo que tiene, y por eso innatamente buscó ayudar a su hermano. Pero Facundo nunca se lo agradeció. Hasta el día de hoy, cada vez que recuerda el incidente se le ríe en la cara. Por suerte Cacho tiene paciencia. Además sabe que de estar en su lugar haría lo mismo: reírse...para no llorar.
E.M.B.
21/02/07
Ése sábado como tantos otros, los hijos de Cacho, Almudena y Federico, se habían instalado en el taller. Mientras los grandes se entretenían haciendo reformas en el citroen 3cv de Facundo, los chicos correteaban por el taller pateando una pelota hecha de estopa.
Cacho era un tipo de mucha paciencia e incluso algunos lo consideraban algo lento. Pero en realidad él se tomaba su tiempo para pensar las cosas. Facundo era más impulsivo. Es por eso que la discusión sobre cómo darle la curva al guardabarros del auto alcanzó su apogeo cuando Facundo agarró a mazazos la chapa mientras gritaba: -¡Es mi auto y lo quiero así!
Cacho, como buen hermano mayor intentó calmarlo diciendo que la idea no era muy clara y que lo mejor era plantearla detalladamente. –En esa mesa hay unos papeles, si querés lo dibujamos y vemos si funciona -le dijo.
Al empezar a bosquejar el citroen, Facundo notó que los chicos se estaban poniendo bastante ruidosos, lo que hacía flaquear su concentración y su poca paciencia. Por eso les propuso a los nenes que se sentaran a dibujar un rato también.
-¿Y qué dibujamos?
-No sé, algo que les guste, o algo que quisieran tener.
-Claro, su tío por ejemplo está dibujando el auto que le gustaría tener, aunque sea imposible de armar.
Después de una acalorada discusión respecto al último comentario de Cacho que no terminó a las patadas por la oportuna intervención de los infantes, los hermanos fueron unidos y siguieron con su proyecto.
Federico, que había heredado la buena mano de su padre para el dibujo, sorprendió a su hermana al mostrarle la imagen de una botella bastante rara.
-¿Eso es lo que querés?¿Una botella de vino?
-No tarada, es una botella mágica, de esas que tienen un genio adentro. Pero éste hace realidad todo lo que uno dibuje.
-Me gustaría que ese genio fuera real
-¿Ese es tu deseo?
-¿Y cómo sale el genio?
-Sacando la tapa.
-Bueno, vos sacála que quiero ver qué pasa.
Federico hizo unos gestos como de mago y con el dedo y un poco de baba borró la tapa de la botella hecha con lapicera azul bic trazo medio.
Y el genio apareció.
Cacho y Facundo, ajenos a lo que pasaba, se cayeron de culo cuando vieron aparecer al genio envuelto en una nube azul.
Luego de presentaciones varias y de repetidas explicaciones por parte de los chiquillos, quedó establecido que el hombre de la botella era un genio y que cada uno podía pedirle un deseo en forma de dibujo.
-Lo que dibujes se vuelve real. Un dibujo por persona. No acepto reclamos.
Almudena pidió ser la primera, y con un fibrón rojo garabateó algo rápidamente y se lo dio al genio.
-¿Y esto qué es?-Preguntó el mago.
-Es una muñeca que habla.
El genio hizo un ademán y frente a la niña apareció la muñeca más fea que se haya visto jamás. Era un mamarracho pelirrojo.
La niña pateó al monstruito colorado y se fue a desenredar la estopa.
-¡Siguiente!-Bramó el mago.
-¡Yo! Yo dibujé esto.
-¿Y qué es?
-Una número cinco firmada por el Diego.
Ante el chico apareció entonces un reluciente fútbol con olor a cuero nuevo y la firma del 10 estampada.
-¿Quién sigue? Bramó el aparece cosas.
Hasta ese momento padre y tío habían permanecido observando con ojos desorbitados y mandíbulas pegadas al piso. A Facundo le brillaron los ojos. Se sentó y empezó a dibujar muy concentrado. No iba a cometer el mismo error de su sobrina. Debía cuidar hasta el más mínimo detalle. Pasados unos minutos se levantó veloz y con una gran sonrisa le entregó al genio una pequeña hoja llena de garabatos y números.
-¿Y esto qué es?-preguntó el desembotellado esta vez más perplejo y perdido que antes.
-¡Pero si está clarísimo! ¡Es el plano del auto de mis sueños!
-¡Sea!-dijo el genio señalando a la calle.
En medio de la calle apareció una mesa larga cubierta de papeles. Facundo sin entender nada corrió a ver de qué se trataba. Sobre la mesa había un plano gigante hiperdetallado del auto de sus sueños, con despieces incluidos, además de bocetos a color, vistas a escala real y especificaciones mecánicas necesarias para su construcción.
Facundo no podía creerlo. ¿Cómo pudo saber de qué color lo quería? ¿Cómo conocía el tapizado que él soñaba? ¿Cómo supo el color de las luces del piso o el tamaño y la potencia de los parlantes?
¿Cómo adivinó la marca del equipo de audio? ¿Cómo no se dio cuenta que él quería EL AUTO y no...eso? ¿O acaso todo fue su culpa?
La explosión de un trueno lo hizo volver a la realidad y notó que caían las primeras gotas de lluvia y los planos no eran impermeables. De última se los vendía a alguna empresa y se hacía rico con la idea; aunque si no se apuraba se perdía todo. Pero no iba a poder entrar los planos él solo.
Entonces recordó que su hermano seguía adentro con el genio. Tenía que pararlo antes de que cometiera un error como el suyo. Se dio vuelta para llamar a Cacho y vio que éste corría hacia él con un papel en la mano.
-Te vengo a ayudar con eso.
-¿Qué tenés ahí?
-Es que te vi, y como llovía, y estaba pensando qué dibujar, no me di cuenta y se me escapó un dibujo.
-¿Qué hiciste?
En eso apareció ante ellos el desembotellado y extendiendo sus manos entregó a Cacho un hermoso paraguas.
-Pero...yo no...vos no me preguntaste qué era eso.
-Es que tu dibujo es muy bueno.
-Si casi ni te di tiempo de ver el dibujo...
-Los deseos vienen de los dibujos, pero también vienen del corazón -dijo el genio convirtiéndose en una nube azul y desapareciendo repentinamente. Junto con él desapareció la lluvia.
Cacho miró a Facundo y viceversa. Recogieron todo y se fueron adentro. Los chicos correteaban y pateaban la pelota con la firma del Diego. La muñeca fea llamaba a mamá desde el fondo de la fosa. El dibujo de la botella ya no estaba. Nunca volvieron a ver al genio ni tampoco hablaron más del tema.
Epílogo
Almudena quedó tan indignada con el aspecto de la muñeca que se la regaló a su abuela que vive sola. La vieja feliz porque ahora tiene con quien conversar. Es que la muñeca resultó ser de lo más charlatana. La pinta es lo de menos. Además, la pobre anciana ya no ve un carajo.
Federico es la envidia de la cuadra por su nueva pelota. Si hasta juega mejor que antes. Hace una semana hizo siete goles y uno lo metió con la mano. No, no se lo anularon.
Facundo nunca pudo vender sus planos pues nadie le dio pelota (a Fede sí). Se metió en varios concursos de diseño pero sigue esperando respuestas. Por las dudas va a empezar a estudiar diseño industrial, y espera crear algo mejor que el auto de sus sueños.
A la mesa que tenía los planos se la donaron al comedor de la iglesia. Nunca se explicó por qué la mesa si él no la dibujó.
Cacho sigue trabajando en el taller y los sábados lucha con el citroen de su hermano y sus curvas imposibles.
El paraguas, como buen paraguas, después de un par de usos se rompió. Igual Cacho lo arregló con un alambre, pero ya no lo usa más porque es muy grande y no le entra en el bolsito.
Aún se sigue preguntando qué le hubiera pedido al genio. Se consuela con las palabras de éste cuando le dijo que los deseos vienen del corazón. Tal vez no necesitaba nada, pues es feliz con lo que tiene, y por eso innatamente buscó ayudar a su hermano. Pero Facundo nunca se lo agradeció. Hasta el día de hoy, cada vez que recuerda el incidente se le ríe en la cara. Por suerte Cacho tiene paciencia. Además sabe que de estar en su lugar haría lo mismo: reírse...para no llorar.
E.M.B.
21/02/07
miércoles, 21 de febrero de 2007
miércoles, 14 de febrero de 2007
Romantic tic
Romantic tic
I’ve got a tic
The clock say tic toc
The lovers day gone
And you don’t came ’cause
I’ve got this tic, toc
I need a doctor
Romantic tic toc
I hate this day
I hate this tic
Tic
Tic
Tic
E.M.B.
I’ve got a tic
The clock say tic toc
The lovers day gone
And you don’t came ’cause
I’ve got this tic, toc
I need a doctor
Romantic tic toc
I hate this day
I hate this tic
Tic
Tic
Tic
E.M.B.
sábado, 3 de febrero de 2007
Solo veo rayas
Sólo veo rayas
Aunque sé que es elefante y no cebra
Sólo veo rayas yo solo
Los otros ven manchas
Salvo el ciego que nos mira
Y se ríe
Porque sabe que estamos locos
Por no ver lo que deberíamos
Por no ver sin mirar
Por confiar en nuestros ojos
Por hablar sin escuchar
Por tantas otras cosas que nunca nos dirá
Porque el ciego se hace el mudo
Y los mudos siempre dan que hablar
Más cuando se hacen los sordos
Pero en eso no quiero pensar
Sólo me importa lo que veo
Aunque es sólo por hoy
Ya que sólo veo rayas
Y las veo solo yo.
E.M.B.
Aunque sé que es elefante y no cebra
Sólo veo rayas yo solo
Los otros ven manchas
Salvo el ciego que nos mira
Y se ríe
Porque sabe que estamos locos
Por no ver lo que deberíamos
Por no ver sin mirar
Por confiar en nuestros ojos
Por hablar sin escuchar
Por tantas otras cosas que nunca nos dirá
Porque el ciego se hace el mudo
Y los mudos siempre dan que hablar
Más cuando se hacen los sordos
Pero en eso no quiero pensar
Sólo me importa lo que veo
Aunque es sólo por hoy
Ya que sólo veo rayas
Y las veo solo yo.
E.M.B.
Paseo
Procesión lenta
Ruidos de marcha desinteresada
Nadie marca el paso de nadie
Todos son libres de andar y parar
Ríen y hablan y gritan y callan
No son como hormigas
No son un enjambre
Tan sólo son personas
De paseo en la peatonal
E.M.B.
Ruidos de marcha desinteresada
Nadie marca el paso de nadie
Todos son libres de andar y parar
Ríen y hablan y gritan y callan
No son como hormigas
No son un enjambre
Tan sólo son personas
De paseo en la peatonal
E.M.B.
viernes, 2 de febrero de 2007
Entonces la vi
En el primer segundo la vi
Al segundo ya no estaba
Unos segundos me tomó encontrarla
Un instante más tarde ya no estábamos ahí
Momentos después nos separamos
Al segundo ya me sentía solo
Luego me sentí perdido
Un instante más tarde encontré mi camino
Mucho antes descubrí ese sitio
Al segundo ya había entrado
Unos segundos me tomó acostumbrarme
Un instante más tarde ya formaba parte del lugar
Y entonces la vi
E.M.B.
Al segundo ya no estaba
Unos segundos me tomó encontrarla
Un instante más tarde ya no estábamos ahí
Momentos después nos separamos
Al segundo ya me sentía solo
Luego me sentí perdido
Un instante más tarde encontré mi camino
Mucho antes descubrí ese sitio
Al segundo ya había entrado
Unos segundos me tomó acostumbrarme
Un instante más tarde ya formaba parte del lugar
Y entonces la vi
E.M.B.
martes, 30 de enero de 2007
Nipur de Notre Dame o el jorobado de Lagash
enero de 2007
acuarela y fibrón sobre papel
30 x 50
Híbrido entre Nipur y Quasimodo
Lider en crisis
Wild drink
viernes, 26 de enero de 2007
En la tierra donde el sol se pone
En la tierra donde el sol se pone estoy
Pero ya sabes donde encontrarme
En la tierra que nunca tocó el mar
Tú ya sabes por qué es eso
También sabes cuando venir
Tierra virgen de mar donde el sol no nace
Pero ya sabes por qué aquí
El lugar donde el día muere siempre
Tú ya sabes por qué es eso
También sabes cuando venir por mí
Tierra mediterránea de occidente
Ya conoces mi paradero
El sol se cae aquí a diario
Tú ya sabes por qué es eso
También sabes morir aquí
E.M.B.
Pero ya sabes donde encontrarme
En la tierra que nunca tocó el mar
Tú ya sabes por qué es eso
También sabes cuando venir
Tierra virgen de mar donde el sol no nace
Pero ya sabes por qué aquí
El lugar donde el día muere siempre
Tú ya sabes por qué es eso
También sabes cuando venir por mí
Tierra mediterránea de occidente
Ya conoces mi paradero
El sol se cae aquí a diario
Tú ya sabes por qué es eso
También sabes morir aquí
E.M.B.
martes, 23 de enero de 2007
Caution: wet roof
Me siento gotear desde el techo
Y chorrear por las paredes
Resbalarán en mí cuando llegue al piso
No caminen, no se muevan
Mejor no entren
Caution: wet floor
Déjenme escurrir que voy dormido
Permítanme soñar que soy la mancha
La humedad que brota y cubre todo
Humedad de verano
Sudor sobre cuerpos bronceados
Caution: wet skin
Mis paredes transpiran
Mi gato no lo sé
La mancha nos observa
Se va a desvanecer
Mi gato ni se entera
Va a empezar a llover
E.M.B.
Y chorrear por las paredes
Resbalarán en mí cuando llegue al piso
No caminen, no se muevan
Mejor no entren
Caution: wet floor
Déjenme escurrir que voy dormido
Permítanme soñar que soy la mancha
La humedad que brota y cubre todo
Humedad de verano
Sudor sobre cuerpos bronceados
Caution: wet skin
Mis paredes transpiran
Mi gato no lo sé
La mancha nos observa
Se va a desvanecer
Mi gato ni se entera
Va a empezar a llover
E.M.B.
Nos comimos un asado en medio de la noche
Nos comimos un asado en medio de la noche, perdidos en las sierras, bajo la luz de los ovnis. Algún comensal exigente pudo haber dicho que la carne estaba un poco dura, pero nosotros no podíamos quejarnos ya que nuestros cuchillos estaban bien afilados y la cortaban como manteca. Aun así debo admitir que las ratas de campo son más tiernas que las de ciudad, pero menos sabrosas. Además es más saludable la caza en pastizales a cielo abierto que en basurales a cielo abierto. Claro que entre la basura se encuentran muchas cosas y de las más variadas. Desde la guarnición para el asado hasta algún electrodoméstico que casi funciona. Y también se encuentra el combustible para el fuego con más comodidad. Nada de cortar leña o cargar bolsas de carbón. Todo a la mano y todo inflamable.
La otra vez nos comimos un asado prendiendo unas cubiertas de tractor. La carne parecía chicle, pero el fuego duró toda la noche y no pasamos frío. El humo ahuyentó a las moscas e hizo salir a las ratas de sus cuevas con lo que creció nuestra provisión de alimento.
Pero aquí estamos ahora vacacionando en las sierras, con cierta nostalgia de nuestra gran urbe. Acá el agua de los ríos no tiene gusto a nada y cada vez que hacés dedo alguien para y te lleva, así que siempre estás de un lado para otro y a la larga te cansa. O terminás perdido en Quiensabedónde. (Quiensabedónde es un pueblito de unos 100 habitantes que queda en una zona poco frecuentada de las altas cumbres y casi nadie conoce. Incluso se dice que en realidad no existe, pero yo lo vi. Y si hubiera tenido cinco mangos me compraba la remera pintada a mano que decía “Yo estuve en Quiensabedónde”). Lo mejor va a ser la vuelta. Eso si encontramos a alguien que sepa cómo salir del pueblo este.
Extraño la city.
Grillo
La otra vez nos comimos un asado prendiendo unas cubiertas de tractor. La carne parecía chicle, pero el fuego duró toda la noche y no pasamos frío. El humo ahuyentó a las moscas e hizo salir a las ratas de sus cuevas con lo que creció nuestra provisión de alimento.
Pero aquí estamos ahora vacacionando en las sierras, con cierta nostalgia de nuestra gran urbe. Acá el agua de los ríos no tiene gusto a nada y cada vez que hacés dedo alguien para y te lleva, así que siempre estás de un lado para otro y a la larga te cansa. O terminás perdido en Quiensabedónde. (Quiensabedónde es un pueblito de unos 100 habitantes que queda en una zona poco frecuentada de las altas cumbres y casi nadie conoce. Incluso se dice que en realidad no existe, pero yo lo vi. Y si hubiera tenido cinco mangos me compraba la remera pintada a mano que decía “Yo estuve en Quiensabedónde”). Lo mejor va a ser la vuelta. Eso si encontramos a alguien que sepa cómo salir del pueblo este.
Extraño la city.
Grillo
lunes, 8 de enero de 2007
Tu estrellita
Si supiera tu estrellita cuánto la extrañaste el día de hoy
de seguro no brillaría tanto esta noche
Si viera el brillo de tus ojos cuando piensas en ella
de seguro se sentiría opacada
y compartiría tu pena aún sin saber que lloras por ella
Si de esa forma no fuera no la amarías tanto
ni la elegirías de entre tantas estrellas
Mas por eso la prefieres bien ajena
del amor y del dolor que te acomplejan
Para que siga radiante, esplendorosa
Alegrándote las noches desde lejos
Aun cuando tú no puedas verla
E.M.B.
de seguro no brillaría tanto esta noche
Si viera el brillo de tus ojos cuando piensas en ella
de seguro se sentiría opacada
y compartiría tu pena aún sin saber que lloras por ella
Si de esa forma no fuera no la amarías tanto
ni la elegirías de entre tantas estrellas
Mas por eso la prefieres bien ajena
del amor y del dolor que te acomplejan
Para que siga radiante, esplendorosa
Alegrándote las noches desde lejos
Aun cuando tú no puedas verla
E.M.B.
domingo, 7 de enero de 2007
¿Quién es Mazinger Z?
Mazinger, robot gigantesco tripulado por el flaco Koji Kabuto. Un tipo que tenía un peinado muy original que después fue choreado por la gente de Dragon ball. Koji heredó el robot de su abuelo, quien lo creó con el fin de combatir los planes del doctor Infierno de dominar el mundo con sus maquinas diabólicas. Mazinger Z medía unos 20 metros y para controlarlo el piloto montaba una nave que parecía un fitito rojo con alitas y subía volando hasta la cabeza del bruto mecánico (el robot).
Semejante monigote no entraba en el garaje, así que lo guardaban bajo tierra y salía con un ascensor por debajo de una piscina. Las aguas se abrían y ascendía el tremebundo aparato que de paso se pegaba un duchazo con el agua que le caía de la pileta. Por eso siempre iba reluciente a cada combate. Entonces el fitito volador se le prendía en la cabeza (piloto incluido) y salía a toda máquina correteando por las laderas del monte Fuji ( los pagos natales de esta gente, allá en el lejano Japón).
Mazinger contaba con muchas armas, pero una de las más impactantes (literalmente) eran sus puños cohetes (Rocketo punch los llamaban los ponjas), que lanzaba contra sus enemigos y luego volvían a unirse a sus brazos por “retropropulsión”.
También estaba Afrodita A, robot de formas femeninas que era tripulado por Sayaka Yumi, la amigovia de Koji.
Afrodita tenía pocas armas pero eran muy impresionantes: Los misiles de pecho. En vez de siliconas, las tenía de metal y las disparaba cuantas veces quisiera porque se recargaban. Los enemigos morían felices al recibir un tetazo de Afrodita. No por nada la llamaron como a la diosa griega.
Volviendo a Mazinger, el apellido, o sea la Z, viene del nombre de la aleación secreta con la que está construido. Supongo que la A de afrodita es para marcar que son completamente diferentes (guerra de los sexos).
Había muchos más personajes en esta serie televisiva que apareció en los setentas y se emitió por estos lados en los ochentas, pero no tengo ganas de hablar de ellos, y es que la memoria no me da para tanto.
Eso es todo.
Además no pienso dibujarlos a todos.
Grillo.
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