jueves, 5 de abril de 2012

La sombra de tu aliado

La sombra dice: “Cruzar por la senda peatonal y sólo después de mirar que no venga ningún auto.”
Pero la sombra no tiene ni voz ni voto y el cuerpo avanza. Mala idea cruzar la calle e intentar sacar una foto al mismo tiempo. Los autos avanzan velozmente y desde ambas direcciones.
Entonces la sombra se aferra a la sombra del poste y salva su vida al no cruzar la calle.
El cuerpo que está unido a la sombra también detiene su marcha.
Sombra y aliado deciden no cruzar y toman otra dirección, y se pierden en el misterioso mundo que es esa ciudad casi marchita por el calor; aún cuando el otoño ya ha empezado según el calendario.
Del invierno no se ve ni la sombra.

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