La sombra dice: “Cruzar por la senda peatonal y sólo después
de mirar que no venga ningún auto.”
Pero la sombra no tiene ni voz ni voto y el cuerpo avanza.
Mala idea cruzar la calle e intentar sacar una foto al mismo tiempo. Los autos
avanzan velozmente y desde ambas direcciones.
Entonces la sombra se aferra a la sombra del poste y salva
su vida al no cruzar la calle.
El cuerpo que está unido a la sombra también detiene su
marcha.
Sombra y aliado deciden no cruzar y toman otra dirección, y
se pierden en el misterioso mundo que es esa ciudad casi marchita por el calor;
aún cuando el otoño ya ha empezado según el calendario.
Del invierno no se ve ni la sombra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario