Responder con facilidad a preguntas difíciles de hacer a través de su obra y llenar un vacío. Si esa era su meta estaba claro que el pobre era uno más del montón. No fue hasta que aclaró que no necesariamente respondería concretamente a esas preguntas que empezó a ganarse mi interés. Su plan era divagar pomposamente un rato para que todos (sus interlocutores al menos) creyesen que en la grandilocuencia de sus manifestaciones se ocultaba su gran genio de artista. Y todo sin necesidad tal vez de ver sus dibujos. Decidí ponerlo a prueba con una pregunta simple antes de ver su obra. Pero me di cuenta de que una pregunta compleja también podía ser fácil de hacer aunque no tal vez de responder. Entonces traté de buscar una pregunta difícil de hacer pero nada me vino a la mente. Finalmente descarté la idea y sólo le pregunté cuál era su opinión respecto a su obra. “Estos dibujos carecen de tensión particular. Sí bien en apariencia no se refieren o representan nada, buscan ser una cosa en sí misma y transmitir sintéticamente un cambio de estado entre lo que hubo antes y lo que vendrá” -dijo.
Después - dije.
-Sí, después del dibujo concebido como tal.
-¿Cambio de estado de qué?
-Del papel, obvio. No, hay más cambios, pero no sé si...
- ¿Y del lápiz? ¿y de vos? ¿Y del espectador?- interrumpí.
- Ves, esas son preguntas difíciles de hacer. Corrés el riego de quedar como un ignorante al hacerlas. Pero la respuesta a todas ellas es sí.
- Si esas eran preguntas difíciles de hacer acabas de quedar como un idiota porque respondiste algo concreto. O al menos tu respuesta no me sonó nada genial.
- Sólo intentaba que entendieras mi punto. Si querés te muestro los dibujos. Los dejé sobre la mesa.
- Ya los vi. No me parecieron nada interesantes. Decidí cambiarlos de estado y los quemé. Ahora sólo quedan cenizas... antes hubo fuego y eso llenó el vacío de calor que había en mí; y en lo que respecta a la técnica, yo que vos pruebo dibujar con la otra mano.
Pensé que iba a matarme, pero sólo se molestó un poco. Recogió las cenizas en un sobre de papel y se fue. Seguro que hoy esta haciendo una exposición con eso. Yo me voy a limitar a escribir sobre lo sucedido, sin hacer ningún análisis. Además no creo poder hacerlo. Se ve que de arte contemporáneo no tengo la más puta idea. ¿O será que no entiendo a los artistas?
Y pensar que yo quería ser uno.
E.M.B.
viernes, 26 de noviembre de 2010
lunes, 1 de noviembre de 2010
Esqueletos
No puedo dormir si un fantasma me observa
Quiero que te vayas y cierres la puerta
Que salgas de mi vida sin pedir respuestas
Si quieres dame un beso pero con la ropa
puesta
Sonrientes calaveras adornan el lugar
Es día de muertos y sigues despierta
Tu insomnio y el mío son muy diferentes
Respiras muy fuerte con la boca abierta
Estas inquieta como un león enjaulado
Los esqueletos cuelgan detrás de las puertas
El calor aumenta y no quiero mirarte
Me siento un prisionero que el cadalso espera
Gateas hasta mí e intento no tocarte
Mas no puedo evitar terminar entre tus brazos
Inmóvil como estoy te pido que te vayas
Sino serán mis huesos los que cuelguen tras la
puerta
Afuera la fiesta se torna ruidosa
Adentro el silencio revienta mi cabeza
Hasta que lo destruyes con un simple susurro
Que se convierte en beso y mis labios incinera
Mi cuerpo no responde, se entrega sin mesura
Recorro tu piel perdido en la locura
Loe esqueletos caen, estallan en pedazos
Las calaveras ríen merced de mi fracaso
La fiesta ha terminado y duermes a mi lado
Inútil resistirte, otra vez me has derrotado
Mis huesos resplandecen en el campo de batalla
Hallé descanso al fin, aunque sea hasta mañanaE.M.B.
jueves, 23 de septiembre de 2010
sábado, 10 de julio de 2010
Megapixel.wmv
Una instantánea. Una imagen detenida en el tiempo. Una monstruosa ampliación y la capacidad de ver la intrincada trama que lo construye todo. Una pantalla de 42 pulgadas de puro plasma que nos revela el secreto cuando nos acercamos demasiado a la imagen. Y ésta pierde identidad. Y luego cobra vida y convulsiona. O no al menos hasta que uno juega con ella. Ya no recuerdo de qué era la foto. Ahora es sólo… otra porquería ocupando ciberespacio. Como mis sueños…
sábado, 3 de julio de 2010
Entre el horno y el limbo
Me preguntaste cómo estaba y te dije “medio en el horno, medio en el limbo”
Te reíste y me reí sin saber por qué. Era el segundo día de invierno.
Empezaste a divagar y entre tantas idas y venidas me dijiste “yo soy con la que nadie quiere soñar”.
Yo que contaba bufandas salí de mi trance y te prometí que esa noche iba a soñar con vos.
Ese fue el comienzo de mi mejor pesadilla.
Lo que pasó a continuación ahora es irrelevante, pero cuando finalmente pude dormir después de un par de pastillas intenté cumplir mi promesa y ya nada volvió a ser lo que era.
Apareciste frente a mí, o frente a lo que tal vez era yo, y sin preámbulos te dije: “Si te entendiera no tendría que mentirte cada vez que te veo para poder meterme en tu cama. Si te entendiera y me tomara en serio lo que decís ya me hubiera matado. O te hubiera matado. Así que por favor quedate callada y besame que hace frío y ya viene el tren. No me preguntes más si te entiendo. Yo japonés no hablo.”
Un tren apareció de la nada y te pasó por arriba. Triste al ver que no se detuvo me puse a recoger tus pedazos, sólo para matar el tiempo hasta que viniera, o viniese o como se diga, otro tren y me pudiera ir de ese quién sabe dónde.
Descubrí que vos no eras vos y sólo juntaba partes de una foto tuya. Una que tengo pegada detrás de mi puerta. Estás con una remera de Rob Zombie que nunca te vi usar. Empecé a recordar lo que pasó antes de dormirme sin saber si eso era parte de mi sueño o no. Pero estaba bien seguro de que estaba dormido y cumpliendo mi promesa. Tal vez si te pedía disculpas aparecías de nuevo frente a mí.
Comencé a buscarte pero terminé buscándome yo al caer en la cuenta de que estaba perdido.
Encima se me hacía tarde y el tren no llegaba. Guardé los restos de tu imagen en un bolsillo interno de los tantos que tenía mi saco. Esto no es importante, pero siempre quise tener un saco con muchos bolsillos internos. Caminé por la nieve hasta llegar a lo que parecía tu casa. No pude recordar el número de tu departamento así que empecé a apretar uno por uno pero los botones se hacían infinitos y cada vez eran más voces las que preguntaban “¿quién es?”.
Como no supe qué responder me fui a otro lugar a pensar quién era. O quién o qué soy.
Para no perderme fui dejando pedacitos de tu foto por el camino. Y mientras me desprendía de vos me iba olvidando el porqué de mis disculpas. Finalmente amaneció y decidí despertarme.
Eso es todo.
Te vuelvo a encontrar hoy después de un tiempo y me preguntas cómo estoy. Decido no contarte nada del sueño y me pongo a clasificar las hojas secas del piso con la vista.
Vos hablas de algo y yo no quiero interrumpirte. Odiaría tener que decirte que no cumplí mi promesa. Peor sería tener que pedirte disculpas por lo que te dije. Mejor me callo, total esta noche duermo en tu cama y ahí siempre tengo buenos sueños. Con tu prima.
E.M.B.
Te reíste y me reí sin saber por qué. Era el segundo día de invierno.
Empezaste a divagar y entre tantas idas y venidas me dijiste “yo soy con la que nadie quiere soñar”.
Yo que contaba bufandas salí de mi trance y te prometí que esa noche iba a soñar con vos.
Ese fue el comienzo de mi mejor pesadilla.
Lo que pasó a continuación ahora es irrelevante, pero cuando finalmente pude dormir después de un par de pastillas intenté cumplir mi promesa y ya nada volvió a ser lo que era.
Apareciste frente a mí, o frente a lo que tal vez era yo, y sin preámbulos te dije: “Si te entendiera no tendría que mentirte cada vez que te veo para poder meterme en tu cama. Si te entendiera y me tomara en serio lo que decís ya me hubiera matado. O te hubiera matado. Así que por favor quedate callada y besame que hace frío y ya viene el tren. No me preguntes más si te entiendo. Yo japonés no hablo.”
Un tren apareció de la nada y te pasó por arriba. Triste al ver que no se detuvo me puse a recoger tus pedazos, sólo para matar el tiempo hasta que viniera, o viniese o como se diga, otro tren y me pudiera ir de ese quién sabe dónde.
Descubrí que vos no eras vos y sólo juntaba partes de una foto tuya. Una que tengo pegada detrás de mi puerta. Estás con una remera de Rob Zombie que nunca te vi usar. Empecé a recordar lo que pasó antes de dormirme sin saber si eso era parte de mi sueño o no. Pero estaba bien seguro de que estaba dormido y cumpliendo mi promesa. Tal vez si te pedía disculpas aparecías de nuevo frente a mí.
Comencé a buscarte pero terminé buscándome yo al caer en la cuenta de que estaba perdido.
Encima se me hacía tarde y el tren no llegaba. Guardé los restos de tu imagen en un bolsillo interno de los tantos que tenía mi saco. Esto no es importante, pero siempre quise tener un saco con muchos bolsillos internos. Caminé por la nieve hasta llegar a lo que parecía tu casa. No pude recordar el número de tu departamento así que empecé a apretar uno por uno pero los botones se hacían infinitos y cada vez eran más voces las que preguntaban “¿quién es?”.
Como no supe qué responder me fui a otro lugar a pensar quién era. O quién o qué soy.
Para no perderme fui dejando pedacitos de tu foto por el camino. Y mientras me desprendía de vos me iba olvidando el porqué de mis disculpas. Finalmente amaneció y decidí despertarme.
Eso es todo.
Te vuelvo a encontrar hoy después de un tiempo y me preguntas cómo estoy. Decido no contarte nada del sueño y me pongo a clasificar las hojas secas del piso con la vista.
Vos hablas de algo y yo no quiero interrumpirte. Odiaría tener que decirte que no cumplí mi promesa. Peor sería tener que pedirte disculpas por lo que te dije. Mejor me callo, total esta noche duermo en tu cama y ahí siempre tengo buenos sueños. Con tu prima.
E.M.B.
lunes, 7 de junio de 2010
viernes, 14 de mayo de 2010
System Status OK
Fantasmas en nuestra cabeza (mi cabeza). La mente de la máquina (una máquina determinada) y las imágenes que se desplazan en esa psique (si la hay) en un onírico torbellino. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (novela de Philip K. Dick) ¿O los artefactos no tienen el derecho o privilegio de soñar? (mi pela papas sueña convertirse en rallador de queso). Esto poco refleja estas cuestiones, pero vale la reflección. O tal vez todo sea un sueño.
miércoles, 7 de abril de 2010
Vestido rosa
Hastiado de dejar manchas de sangre con la forma de su cara un día dejó de saltar contra el muro; sólo para descubrir que nunca había pensado.
Ese pequeño vestido rosa ya no le quedaba bien. Bastante estropeado estaba. Desde que su madre se había perdido en la nebulosa de los tiempos nadie arreglaba el vestidito, y él era bastante inútil para la costura.
La tela era buena, y lo había usado una bailarina de las de antes; esas que se hacían sus propias zapatillas.
Él no era una bailarina de antes. No necesitaba saber de costura porque tenía mamá y no necesitaba zapatos de baile porque tenía los suyos que eran mágicos. El doctor le dijo que si los usaba siempre su espalda iba a estar derecha y podría dar saltos más altos que nadie.
Tampoco necesitaba sus brazos. Los médicos dijeron que era algo congénito y nada podían hacer. Por suerte su madre siempre estuvo y nunca tuvo inconvenientes para hacer nada.
Los problemas empezaron cuando el vestido de bailarina comenzó a dañarse por el paso del tiempo y mamá ya no estuvo para arreglárselo. O para atar los cordones de sus zapatones mágicos. O para defenderlo cuando los enfermeros lo bañaban con una manguera.
Algunos años más tarde decidió que sin brazos y sin cordones atados aún tenía el poder de saltar más alto e intento brincar el muro del patio del hospicio.
Después de darse la cara varias veces contra la pared resolvió poner la otra mejilla y seguir. Eso lo aprendió de su madre. Fue lo que los doctores le dijeron a ella el día que él nació: Que tenía que ser fuerte y seguir adelante.
Luego de varios días de tragar yeso a fuerza de golpes y ver su sangre seca en la agrietada pared se detuvo un momento a pensar. Allí se dio cuenta que nunca había pensado algo en su vida pues siempre hubo alguien que lo hiciera por él.
Asombrado por su descubrimiento se deshizo de sus zapatos con grandes patadas al aire que mandaron el calzado mágico al otro lado del muro.
Se tiró al piso y comenzó a revolcarse frenéticamente hasta que el vestidito se deshizo por completo. Desnudo, se paró como pudo apoyando su espalda contra la pared y contempló cómo los enfermeros al otro lado del patio jugaban a las damas ajenos a todo. Caminó unos pasos hacia ellos tratando de mantener el equilibrio con sus pies descalzos. Cuando ganó confianza giró y miró al muro. Tomó aire y con todas sus fuerzas arremetió contra éste en una última embestida.
Los enfermeros escucharon el feroz golpe y corrieron a ver seguidos por los doctores. Sólo encontraron harapos rosados en el piso y una mancha roja con forma de cara sonriente en la pared. Desde el otro lado les llegó el eco de los zapatones ortopédicos que se alejaban, tal vez, buscando una madre perdida en la nebulosa de los tiempos.
Fin
E.M.B.
Ese pequeño vestido rosa ya no le quedaba bien. Bastante estropeado estaba. Desde que su madre se había perdido en la nebulosa de los tiempos nadie arreglaba el vestidito, y él era bastante inútil para la costura.
La tela era buena, y lo había usado una bailarina de las de antes; esas que se hacían sus propias zapatillas.
Él no era una bailarina de antes. No necesitaba saber de costura porque tenía mamá y no necesitaba zapatos de baile porque tenía los suyos que eran mágicos. El doctor le dijo que si los usaba siempre su espalda iba a estar derecha y podría dar saltos más altos que nadie.
Tampoco necesitaba sus brazos. Los médicos dijeron que era algo congénito y nada podían hacer. Por suerte su madre siempre estuvo y nunca tuvo inconvenientes para hacer nada.
Los problemas empezaron cuando el vestido de bailarina comenzó a dañarse por el paso del tiempo y mamá ya no estuvo para arreglárselo. O para atar los cordones de sus zapatones mágicos. O para defenderlo cuando los enfermeros lo bañaban con una manguera.
Algunos años más tarde decidió que sin brazos y sin cordones atados aún tenía el poder de saltar más alto e intento brincar el muro del patio del hospicio.
Después de darse la cara varias veces contra la pared resolvió poner la otra mejilla y seguir. Eso lo aprendió de su madre. Fue lo que los doctores le dijeron a ella el día que él nació: Que tenía que ser fuerte y seguir adelante.
Luego de varios días de tragar yeso a fuerza de golpes y ver su sangre seca en la agrietada pared se detuvo un momento a pensar. Allí se dio cuenta que nunca había pensado algo en su vida pues siempre hubo alguien que lo hiciera por él.
Asombrado por su descubrimiento se deshizo de sus zapatos con grandes patadas al aire que mandaron el calzado mágico al otro lado del muro.
Se tiró al piso y comenzó a revolcarse frenéticamente hasta que el vestidito se deshizo por completo. Desnudo, se paró como pudo apoyando su espalda contra la pared y contempló cómo los enfermeros al otro lado del patio jugaban a las damas ajenos a todo. Caminó unos pasos hacia ellos tratando de mantener el equilibrio con sus pies descalzos. Cuando ganó confianza giró y miró al muro. Tomó aire y con todas sus fuerzas arremetió contra éste en una última embestida.
Los enfermeros escucharon el feroz golpe y corrieron a ver seguidos por los doctores. Sólo encontraron harapos rosados en el piso y una mancha roja con forma de cara sonriente en la pared. Desde el otro lado les llegó el eco de los zapatones ortopédicos que se alejaban, tal vez, buscando una madre perdida en la nebulosa de los tiempos.
Fin
E.M.B.
martes, 6 de abril de 2010
Bajando
Viajamos en colectivo y miramos por la ventanilla mientras escuchamos música por auriculares conectados a un reproductor de mp3. Pilas de discos, cassettes y CD’s juntan polvo en la casa de alguien. La música sigue siendo música pero el envase contenedor es cada vez más pequeño. Como todo. La basura tecnológica se reutiliza y se convierte en tecnología nueva que será basura en breve. El viaje continúa. Algún día nos tocará bajarnos a nosotros, porque no estamos exentos de volvernos obsoletos. Si no es que ya lo somos...
jueves, 1 de abril de 2010
Yo la quiero
Sentirla tan cerca y a la vez tan distante pero saber que es mía.
Verla concentrada en procesos mentales que escapan a mi entendimiento pero saber que lo hace por mí.
Mirarla y tener la paciencia de esperar que salga del trance y al fin me entregue algo.
Algo que tal vez no le pedí.
Y esperar que empiece de nuevo; y estar con ella el tiempo que haga falta, sabiendo que no me lo dice todo, pero que está ahí, sólo para mí.
Aunque a veces no la entienda, y si bien me ha dejado colgado varias veces es todo lo que tengo.
Esa es la relación tan especial que tengo con mi computadora.
No sé si me quiere, pero aún así no puedo estar sin ella.
Yo la quiero igual.
E.M.B.
Verla concentrada en procesos mentales que escapan a mi entendimiento pero saber que lo hace por mí.
Mirarla y tener la paciencia de esperar que salga del trance y al fin me entregue algo.
Algo que tal vez no le pedí.
Y esperar que empiece de nuevo; y estar con ella el tiempo que haga falta, sabiendo que no me lo dice todo, pero que está ahí, sólo para mí.
Aunque a veces no la entienda, y si bien me ha dejado colgado varias veces es todo lo que tengo.
Esa es la relación tan especial que tengo con mi computadora.
No sé si me quiere, pero aún así no puedo estar sin ella.
Yo la quiero igual.
E.M.B.
lunes, 22 de marzo de 2010
Cables
“¿A qué están juegando?”
Era la pregunta detonante para que todos se tomaran de la mano y bailaran al ritmo frenético de la electricidad. Siempre algún descuido hacía que alguien en la vecindad tomara los cables pelados en el momento equivocado. Pero al final la advertencia quedaba flotando en el aire junto al humo de los cuerpos calcinados: meter los dedos en el enchufe es malo.
E.M.B.
sábado, 20 de febrero de 2010
domingo, 14 de febrero de 2010
viernes, 12 de febrero de 2010
Pasión de verano
Me gusta perderme por ahí
Sentir que vuelo libre por el mundo sin ataduras
Dejarme llevar por el viento
Pero es mentira
No puedo dejar de volver a ti
Es la necesidad de tocar tu piel
Flotar sobre tu cuerpo escapando de tus peligrosas manos
Sentirte viva, tomar tu aliento, ser uno contigo.
Sin eso no soy nada
Perdería mis fuerzas y mis esperanzas de volver
El mundo es un lugar peligroso pero en ti esta todo lo que necesito
Tu esencia y tu calor, tu sangre y tu vida
No me dejes morir
No me mates
Déjame ser tu amante furtivo
Al menos alguna vez
Yo, el Mosquito
Tu amante de verano
E.M.B.
26-11-09
Sentir que vuelo libre por el mundo sin ataduras
Dejarme llevar por el viento
Pero es mentira
No puedo dejar de volver a ti
Es la necesidad de tocar tu piel
Flotar sobre tu cuerpo escapando de tus peligrosas manos
Sentirte viva, tomar tu aliento, ser uno contigo.
Sin eso no soy nada
Perdería mis fuerzas y mis esperanzas de volver
El mundo es un lugar peligroso pero en ti esta todo lo que necesito
Tu esencia y tu calor, tu sangre y tu vida
No me dejes morir
No me mates
Déjame ser tu amante furtivo
Al menos alguna vez
Yo, el Mosquito
Tu amante de verano
E.M.B.
26-11-09
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